Esta empresa japonesa, que ya cuenta con 5 concesionarios, se dedica en cuerpo y alma a reconstruir esos grandes clásicos japoneses, y de que forma. Las «muscle bikes» de los años 80, de las que todos hemos soñado tantas veces y que ahora renacen gracias a Sanctuary, conservando su estética original pero dotadas de componentes modernos como horquillas invertidas, basculantes con tirantes inferiores, discos aleteados, suspensiones y frenos actuales.

Es curioso lo espectacular que sigue resultando el diseño de la Katana, quien tuviera una en este estado.
Venden motos completas, totalmente restauradas en mecánica, componentes y acabados, o restauran la moto del cliente incorporando escapes modernos, manguitos metálicos, llantas, frenos, horquillas, frenos, admisiones abiertas y otros elementos a elección del cliente.

Preciosos escapes cuatro-en-uno imitando el estilo de los antiguos Kerker o Vance and Hines en esta Z1R.
Muchas de las piezas necesarias las fabrican ellos mismos en sus tornos. Ojalá existiera una empresa como esta por aquí.