Super cafe racer por su belleza, pero sobre todo super cafe racer por su motor, nada menos que un motor V2 procedente de una Aprilia RSV. Un motor complicado de mostrar en un chásis que deja toda la mecánica al descubierto, por lo que la mayor parte del trabajo se la llevan a aquellas tareas que después no se ven, como ocultar los cables.
Un chásis realizado a medida por JW Motorcycles para incorporar el motor Rotax de 1.000 ccm, en Tamoishan Cycle Works buscaban desde el principio un V2 para esta moto.
La mezcla del motor ultramoderno con un chásis y otros elementos clásicos resulta rompedora. Lo más dificil, alojar el radiador de agua que ha encontrado su sitio bajo el colín.
El deopósito tipo Manx ofrece el suficiente espacio debajo para alojar toda la electrónica.
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