Esta moto, construida en el año 1936, está basada en una K. J. Henderson de 1930. Pertenece a Frank Westfall de Syracusa y por supuesto solamente hay una unidad ya que se trata de una moto custom.
Está equipada con una motor 4 en línea y está técnicamente en perfectas condiciones. Eso sí, al tratarse de una obra de arte muy valiosa no se moverá mucho y pasará bastante más tiempo en exposiciones que en la carretera.
El trabajo de chapa realizado en esta moto es de otro mundo, tanto el diseño como el acabado general de la moto es impresionante y sin igual. El trabajo de restauración de Frank Westfall es impecable.
Vista en Knucklebuster.
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